La cantidad de leche que el pecho segrega, se determina por la cantidad de leche que el bebé necesita cada día. El mecanismo que regula la producción de leche es un sencillo pero muy adecuado sistema de oferta y demanda.
En este sentido la mejor manera de garantizar que se produzca mayor cantidad de leche es que el niño demande más. Al introducir teteros complementarios, el bebé requerirá menor cantidad de leche materna y por consiguiente la cantidad de leche que se producirá será menor.
Cuando los pechos se llenan y no son vaciados adecuadamente en un lapso de 2 a 4 horas, el mensaje que se transmite al cerebro es que la producción de leche está superando la demanda del bebé y que debe reducirse.
Una de las maneras para mantener la secreción de leche cuando la madre está alejada del bebé es extraerse la leche mediante un extractor o sacaleche. También puede incrementarse la producción si entre las tomas realizadas por el bebé se intercalan extracciones artificiales.
De cualquier manera, el mecanismo de producción de leche es muy sabio, de tal manera que el bebé tiene los llamados “picos de crecimiento”, en los cuales su demanda de alimento es mucho mayor al que ha venido requiriendo, solicitando frecuentes tomas de leche materna. Esto prepara los pechos de la madre para la producción mayor que tendrá que enfrentar por el tránsito del pequeño a una etapa en la que está más grande y requiere mas alimento.
Por último y no por ello menos importante. Al inicio del amamantamiento, cuando recién acaba de tener a su bebé, no desista si observa que en los primeros días, apenas tiene unas pocas gotas de líquido amarillento… ese es el calostro y es muy rico en nutrientes y propiedades de inmunización, si tiene paciencia y continúa ofreciéndole a su hijo el pecho, pronto verá como sus pechos se llenan de leche.
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